Historia de la experiencia como paciente de Teresa

Historia del cuidado de calidad de Teresa

Teresa Van de Castle estaba haciendo su primer viaje al desierto alto de California para visitar a su hijo, David, un marine desplegado en Twenty-nine Palms. Habían planeado pasar cuatro días juntos, celebrando su cumpleaños, pero poco después de su llegada Teresa comenzó a tener fiebre alta.

“Había estado enferma, pero estaba tomando antibióticos y pensaba que iba mejorando. El vuelo hasta aquí probablemente afectó mis pulmones y llegué al hospital el sábado por la mañana con una temperatura de 102.6”, dijo.

Con más de 20 años de experiencia como enfermera de atención domiciliaria, Teresa quedó impresionada con la calidad de la atención que recibió en el Hi-Desert Medical Center. "Necesitaba ayuda y desde el principio... cuando el médico dijo: ‘Vamos a cuidar de usted’, le creí".

Teresa tuvo que pasar el resto de su visita en el hospital, pero los enfermeros pudieron hacer arreglos para que su hijo se quedara con ella. “Le dije que este era uno de los mejores regalos del Día de las Madres… porque podía quedarse conmigo mientras yo estaba tan enferma.

“Estoy en un programa de maestría, así que estoy estudiando eso y un enfermero necesita ser competente, necesita saber cuál es su jurisdicción y cómo cumplir con eso. Seguir las órdenes de los médicos, pero también poder evaluar una situación y ser compasivos, y estos enfermeros lo eran. Todos se preocupaban mucho por mi bienestar... y cuando entraban, y antes de salir de la habitación, decían, "¿Hay algo más que pueda hacer por usted?"Cuando me fui, fue como dejar a la familia, en cierto modo, porque todos fueron geniales”.

Teresa se recuperó completamente y regresó a Joshua Tree unas semanas más tarde. “Fue hermoso y disfrutamos del cielo nocturno”, comentó.