Qué hacer en caso de una emergencia médica

Nadie planea tener un accidente automovilístico ni un ataque cardíaco. Pero los accidentes y las enfermedades inesperadas pueden ocurrir y suceden. Quienes llegan a la sala de emergencias (ER) en ambulancia generalmente tienen una condición posiblemente mortal que requiere transporte rápido para poder recibir atención al llegar. 

Otros que llegan en auto o a pie son atendidos en función de la gravedad de sus enfermedades o lesiones, no por orden de llegada.

Comprender lo que es una emergencia médica

Algunas situaciones claramente requieren atención médica de emergencia, como un derrame cerebral. Pero otros casos no son tan evidentes. ¿Qué tal un tobillo hinchado, fiebre inexplicable o una herida punzante? Los síntomas que indican una emergencia médica incluyen:

  • Dificultad para respirar
  • Dolor o presión en el pecho o la parte superior del abdomen que dura dos o más minutos
  • Desmayos, mareos repentinos o debilidad
  • Cambios en la visión
  • Dificultad para hablar
  • Confusión o cambios en el estado mental, comportamiento inusual o dificultad para despertar
  • Cualquier dolor repentino o severo
  • Hemorragia no controlada
  • Vómitos o diarrea graves o persistentes
  • Tos o vómitos con sangre
  • Sentimientos suicidas u homicidas
  • Dolor abdominal inusual

Qué hacer si crees que estás teniendo una emergencia médica

Acude a la sala de emergencias o llama al 9-1-1 si la condición presenta riesgo de vida o si la condición de la persona empeora camino al hospital. Es importante tener en cuenta que algunos síntomas pueden parecer mínimos, pero podrían volverse graves si no se tratan. En situaciones que pueden o no ser una emergencia médica, llama al consultorio de tu médico de cabecera o acude a una clínica ambulatoria.

Las clínicas ambulatorias se conocen como centros de emergencias menores, de atención de urgencias o de atención inmediata. No requieren cita y con frecuencia están abiertas por la noche y los fines de semana. Las clínicas ambulatorias son buenas opciones si no necesitas el alto nivel de atención que se proporciona en una sala de emergencias, sino que tienes una emergencia menor, como una cortada que requiere sutura, fuerte dolor de garganta, un esguince de tobillo u otras enfermedades que no ponen la vida en peligro.

Es posible que no puedas hablar por ti mismo en una emergencia.

Contar con una aplicación de emergencias en tu teléfono inteligente permite a los socorristas acceder a la información médica almacenada en tu teléfono sin conocer el código de acceso en la pantalla de bloqueo del teléfono. La información puede incluir medicinas que tomas regularmente, alergias, condiciones médicas, tipo de sangre y contactos de emergencia.

Qué llevar a la sala de emergencias

Si tienes que ir a la sala de emergencias, ve preparado. Lleva una lista de los medicamentos que tomas actualmente, incluyendo cuánto tiempo has tomado el medicamento y con qué frecuencia. Incluye una lista de alergias, así como un formulario del historial médico si lo tienes. (Es posible que quieras tener esta información a la mano para situaciones como esta.) Si es posible, llama con anticipación a tu médico de cebecera para que pueda ordenar análisis de laboratorio de ser necesario o alertar al personal de emergencias sobre tu condición. Si vas a la sala de emergencias con tu hijo, trae un registro de vacunación y un artículo familiar (juguete o peluche) para ayudar a calmar a tu hijo.

Cuando vayas a la sala de emergencias por urgencias médicas que no pongan en peligro tu vida, es posible que también desees traer algo para leer y dinero para refrigerios o refrescos. Trata de mantener la calma para que puedas comunicarte mejor con los médicos y enfermeros que estén allí para cuidar de ti o de tu ser querido. 

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