20 maneras de comer sano y ahorrar dinero

Comer saludable o más saludable es un gran objetivo, ¿verdad? Sin embargo, no siempre es fácil, especialmente si estás tratando de hacerlo y ahorrar dinero o simplemente estirar un poco más tus dólares para la comida. ¡No te estreses! Con un poco de planificación y preparación, se puede hacer. Estas son algunas sugerencias que te pueden ayudar.

  1. Planifica tus comidas con anticipación. Busca en sitios de recetas saludables ideas para incorporar las frutas y verduras de la temporada en una cena equilibrada y deliciosa, con sobras para el almuerzo del día siguiente.
  2. Compra frutas, verduras y granos integrales. Debes estar atento a los especiales semanales para obtener ofertas de temporada.
    ¡Prueba estos! Están cargados de nutrientes que proporcionan energía, antioxidantes, fibra y vitaminas importantes:espinacas, brócoli, zanahorias, coles de Bruselas, col rizada, judías verdes, batatas, espárragos, tomates, arándanos, moras, manzanas, plátanos, kiwi, fresas, aguacate, pan integral, arroz integral, judías negras y avena.
  3. Cocina en casa. Comer afuera se suma rápidamente (al igual que las calorías adicionales). Además, puede ser mucho más satisfactorio hacer algo bueno, y compartir con otros alrededor de tu mesa.
  4. Corta las frutas frescas tú mismo. Los envases de frutas precortadas pueden triplicar el precio de la fruta entera con menos porciones. Coloca las porciones en bolsas de plástico para un aperitivo listo para llevar.
  5. Estira tu compra de carne. Hacer un tazón con judías/arroz/carne o hacer una salsa de pasta con carne y otros ingredientes puede darte más comidas por, digamos, una libra de carne, que servir la carne por sí sola.
  6. Considera los ‘lunes sin carne’ para ahorrar dinero Sirve un desayuno para la cena u obtén las proteínas de los frijoles y/o el queso.
  7. Prepara el desayuno en casa – Incluso cuando sales corriendo por la puerta, agarra un banano, calienta un bagel o toma una barra energética y ahorrarás tiempo y dinero.
  8. En lugar de papas chips o galletas, ten un pequeño tazón de uvas, una manzana o algunos arándanos.
  9. En lugar de aperitivos salados, come un puñado lleno de nueces o almendras o prepara palomitas de maíz naturales o light.
  10. En lugar de helados, haz un batido con tus frutas frescas o congeladas favoritas.
  11. Prepara huevos duros para tener a la mano cuando necesites un impulso de energía.
  12. En lugar de una bebida azucarada, tomar un vaso de zumo de acai, agua con sabor a coco, zumo de arándanos, zumo de sandía, leche o té helado.
  13. Prepara platos con varias porciones,como lasaña de vegetales, con anticipación y congela para comidas rápidas que estén listas para calentar y comer.
  14. Evita ir de compras cuando tengas hambre. Serás más impulsivo y gastarás más.
  15. No te excedas comprando a granel. Si tu familia puede comer una bolsa de naranjas o manzanas en una semana, consíguelas. Si no es así, compra solo lo que es probable que consuman antes de que se echen a perder. O bien, considera una cooperativa con un vecino o dos. Compra a granel en el mercado de agricultores y divide los productos.
  16. Lleva tu almuerzo al trabajo. Además de comer mejor, llevarlo tres días a la semana puede ahorrarte fácilmente $100 al mes.
  17. Organiza una cena saludable en la que cada invitado aporta un plato de comida y la bebida. Cuando animas a otros a compartir en la preparación y disfrute de la fiesta, todo el mundo gana.
  18. ¿Vas a viajar? Empaca un poco de mezcla de frutos secos, almendras, una barra energética o pretzels, junto con un banano o manzana y agua embotellada en tu bolso. Las tiendas del aeropuerto y tiendas de conveniencia pueden costar hasta cinco veces más que los precios de los comestibles.
  19. El control de las porciones es la clave. Cuando sirvas tu plato, sirve un poco menos de lo que crees que deseas y si todavía tienes hambre, toma otra mitad de la porción. Es posible que te sorprendas al descubrir que estás lleno antes y con menos de lo que esperabas.
  20. Recordatorios cuando haces la compra de comestibles: para ahorrar tiempo y dinero, piensa en términos de comidas, en lugar de alimentos que podrían no ir juntos. Además, mantén a mano productos básicos como cereales que no sean altos en azúcar, pan integral, mantequilla de maní baja en grasa o natural y gelatina ligera o sin azúcar, huevos, latas de sopa baja en sodio, cenas congeladas bajas en grasa, ingredientes de ensalada, carne molida magra o pechugas de pollo. Antes de irte, asegúrate de hacer valer tus cupones. Busca en línea fuentes de ahorro digitales e imprimibles.
La clave para comer bien, ahorrar dinero y hacer de forma proactiva que tu salud sea una prioridad cuando se trata de alimentos, es principalmente la planificación y preparación. El beneficio de una alimentación más saludable es que también puedes ganar más energía, sentirte más alerta, adelgazar, tener menos hambre entre comidas y en general, mejorar tu bienestar. Eso, y el dinero que has ahorrado deberían hacerte sentir aún mejor.

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