La historia de la vesícula biliar de Judy
may. 28, 2019Judy tiene familia y un montón de actividades en la zona de Indio. Lo que no tenía era atención médica local.
Durante la mayor parte del año, Judy Sandstrom vive en Spokane Valley, Washington. Pero al igual que muchas personas que se dirigen al sur durante los meses de invierno, Judy también pasa tiempo en la calidez de Coachella Valley. Su hermana y su cuñado tienen un hogar aquí.
En el momento en el que más lo necesitó, el JFK Memorial Hospital estuvo allí para ayudar.
Una mañana temprano durante una de las visitas de Judy, su hermana la oyó gemir y llorar mientras dormía. Se apresuró a entrar y encontró a Judy confundida y temblando intensamente; estaba en evidente estado de shock. Aunque Judy no parecía tener ningún dolor, su cuñado llamó al 911 y dirigió la ambulancia al JFK.
En la Sala de Emergencias, el personal del JFK ordenó análisis de sangre para verificar cualquier signo de infección o inflamación. A Judy también le realizaron una ecografía y una resonancia magnética. Las imágenes les mostraron a los médicos cuál era el problema: una rotura de la vesícula biliar. En la noche, Judy ya estaba en cirugía.
Fue una serie de eventos rápidos y desorientadores para Judy, quien dice que nunca antes había permanecido en un hospital. Pero se alegró de someterse a una cirugía mínimamente invasiva. En un procedimiento laparoscópico, o de "ojo de cerradura", se le extirpó la vesícula biliar con la ayuda de una pequeña cámara y solo tres pequeñas incisiones. Permaneció en el JFK durante tres días debido a la ruptura y luego fue enviada a casa con un ciclo de antibióticos.
Lamentablemente, la infección transmitida por el órgano roto fue grave y causó un absceso. Judy regresó al JFK para otro procedimiento quirúrgico, aunque los cirujanos pudieron aprovechar las mismas incisiones que habían hecho anteriormente. Ya se ha recuperado completamente.
Durante su adversidad, dice Judy, el personal del hospital se apresuró a tranquilizarla y explicarle lo que iba a suceder.
"Si tiene que ir a un hospital, ese es el lugar para ir", dice Judy refiriéndose al JFK. Y en caso de que deseara que su emergencia hubiera sucedido en casa en Washington, su cirujano le tenía una sorpresa.
Debajo de su bata, llevaba una camiseta de Seattle Seahawks.